¿Qué son los TCA?

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TCA

Trastornos de la Conducta Alimentaria
marzo 2020

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) se caracterizan por alteraciones graves de la conducta alimentaria:

La anorexia nerviosa se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales.

La bulimia nerviosa se caracteriza por episodios recurrentes de voracidad seguidos por conductas compensatorias inapropiadas como el vómito provocado, el abuso de fármacos laxantes y diuréticos u otros medicamentos, el ayuno o el ejercicio físico.

Una característica esencial de la anorexia nerviosa y de la bulimia nerviosa es la alteración de la percepción de la forma y del peso corporal.

El trastorno de la conducta alimentaria no especificado se refiere a los trastornos de la conducta alimentaria que no cumplen los criterios para ser anorexia o bulimia.

Anorexia Nerviosa

La persona que sufre anorexia nerviosa lleva a cabo una reducción significativa de la ingesta de energía en comparación con las necesidades, lo que resulta en un peso corporal considerablemente bajo en relación con la edad, el sexo, el desarrollo y la salud física.

Siente un miedo intenso a aumentar de peso, o muestra un comportamiento persistente que obstaculiza el mismo, incluso cuando ya es considerablemente bajo. Este miedo generalmente no desaparece aunque pierda peso: de hecho, va aumentando aunque el peso vaya disminuyendo.

También se puede observar una distorsión en cómo se percibe el propio peso, una influencia desproporcionada del mismo en la autoevaluación, o una falta constante de reconocimiento de la gravedad del bajo peso actual. Algunas personas se encuentran “obesas”, mientras que otras se dan cuenta de que están delgadas, pero continúan estando preocupadas porque algunas partes de su cuerpo (especialmente el abdomen, las nalgas y los muslos) les parecen demasiado gordas.

El nivel de autoestima depende en gran medida de la forma y el peso del cuerpo. La persona enferma de anorexia nerviosa considera un logro perder peso y, en cambio, ve el aumento del mismo como un fracaso inaceptable de su autocontrol.

Tipos de Anorexia Nerviosa

Existen dos subtipos para especificar la presencia o la ausencia de atracones o purgas durante los  episodios de anorexia nerviosa:

  • Tipo restrictivo.

    La persona reduce la ingesta alimentaria y evita consumir ciertos tipos de alimentos o categorías enteras de estos. Puede limitarse a comer solo alimentos bajos en calorías o en cantidades muy pequeñas, lo que conduce a una importante pérdida de peso. 

    En términos cuantitativos, durante los últimos 3 meses, no ha tenido episodios recurrentes de atracones o purgas.

  • Tipo compulsivo/purgativo.

    Este subtipo implica purgas tras la ingesta de alimentos, tales como el vómito autoinducido, el abuso de laxantes y/o diuréticos, o el ejercicio físico excesivo como modo de compensación por las calorías consumidas. Aunque pueden existir períodos de restricción alimentaria, el componente principal de este subtipo es el uso de métodos purgativos. 

    En términos cuantitativos, durante los últimos 3 meses, ha tenido episodios recurrentes de atracones o purgas.

Características de la Anorexia Nerviosa

En una persona que padece una anorexia nerviosa concurren las siguientes características:
  • Restricción alimentaria
  • Pérdida de peso
  • Miedo intenso a aumentar de peso, incluso si ya está por debajo de un peso saludable.
  • Rituales obsesivos en la alimentación: por ejemplo. desmenuzar los alimentos en porciones excesivamente pequeñas (control permanente de las calorías ingeridas).
  • Puede haber alteraciones en el ciclo menstrual. En el caso de los hombres, descienden los niveles de hormona sexual (testoterona).
  • Distorsión de la imagen corporal
  • Comportamientos compensatorios, como el ejercicio excesivo o el uso de laxantes, diuréticos o vómitos autoinducidos.
  • Perfeccionismo: como por ejemplo, aumento de las horas de estudio/trabajo de forma compulsiva, y miedo a cometer errores.
  • Negación del problema. Puede negar la gravedad de su situación o minimizar los efectos nocivos de sus comportamientos.
  • Irritabilidad y fluctuaciones del estado de ánimo. (cambios de humor).
  • Negación y control del hambre
  • Detención del crecimiento, si se está en periodo de crecimiento.
  • Hiperactividad. Aumento del ejercicio físico y necesidad de estar en movimiento.
  • Aislamiento social. Evita  reuniones donde pueda verse obligado/a a comer.
  • Obsesiones y manías. Con el peso, la alimentación, la limpieza, los estudios, etc.

Bulimia Nerviosa

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario donde la persona experimenta episodios de comer en exceso, seguidos de comportamientos compensatorios (como el vómito autoinducido, el uso de laxantes, diuréticos, ejercicio excesivo, ayuno u otros medicamentos) con el objetivo de evitar aumentar de peso. Además, la autoevaluación de quien padece este trastorno está fuertemente influenciada por su apariencia física y peso corporal. 

Un episodio de atracón se define por el consumo de una cantidad de alimentos mayor que la que la mayoría de las personas comería en un período similar y circunstancias similares, acompañado de una sensación de falta de control sobre la ingesta durante ese episodio. Estos episodios ocurren en promedio al menos 1 vez a la semana durante un período mínimo de 3 meses.

La persona con este trastorno se siente generalmente muy avergonzada de su conducta e intenta ocultar los síntomas. Los atracones se suelen realizar a escondidas y pueden durar hasta que la persona ya no pueda más. Los estados de ánimo, las situaciones estresantes, el hambre intensa secundaria a una dieta severa o los sentimientos relacionados con el peso, la silueta y los alimentos pueden desencadenar este tipo de conducta. Los atracones pueden reducir la ansiedad de manera transitoria, pero después suelen provocar sentimientos de autodesprecio  y culpa.

Tipos de Bulimia Nerviosa

Existen dos subtipos para especificar la presencia o la ausencia de atracones o purgas durante los  episodios de bulimia nerviosa:

  • Tipo purgativo. La persona se induce regularmente el vómito o abusa del uso de laxantes, diuréticos o enemas.
  • Tipo no purgativo. La persona recurre a otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no tiene un patrón regular de vómito autoinducido, ni tampoco abusa de laxantes, diuréticos o enemas.

Características de la Bulimia Nerviosa

En una persona con bulimia nerviosa concurren las siguientes características:

  • Presencia de atracones. La persona empieza a comer de forma descontrolada. Mientras dura el atracón, la tensión y la ansiedad se reducen pero cuando este acaba, la persona se avergüenza, tiene un gran sentimiento de culpa, miedo a engordar y desea eliminar lo comido.
  • Presencia de conductas purgativas. Estas conductas suceden a los atracones y son una forma de aliviar el sentimiento de culpa. Esto conlleva un circuito autoperpetuante: dieta- atracón- conducta purgativa- dieta…
  • Alteración del régimen de comidas, desorganización en la alimentación.
  • Alteraciones de la imagen corporal
  • Dificultad para enfrentarse a los problemas
  • Impulsividad y falta de control ante determinados estímulos.
  • Aislamiento y soledad
  • Imperiosa necesidad de recibir la aprobación de los demás
  • El nivel de autoestima  depende de su imagen corporal

Trastorno de Atracones

En el Trastorno de Atracones, al igual que en la Bulimia Nerviosa, se experimentan atracones al menos 1 vez por semana durante un período de 3 meses. Sin embargo, a diferencia de la bulimia, no se observan comportamientos compensatorios para contrarrestar el aumento de peso, y la autoevaluación del individuo no se ve influenciada de manera inapropiada por su peso y constitución corporal, lo que no es un requisito para su diagnóstico.

Los episodios de atracones se caracterizan por la presencia de al menos 3 de los siguientes elementos:

  • Consumir alimentos a un ritmo mucho más rápido de lo habitual.
  • Comer hasta sentirse extremadamente lleno/a y físicamente incómodo/a.
  • Ingerir grandes cantidades de alimentos incluso cuando no se siente hambre física.
  • Comer en soledad debido a sentimientos de vergüenza asociados con los atracones.
  • Experimentar sentimientos de disgusto consigo mismo/a, depresión o una profunda vergüenza después de los atracones.

Características del Trastorno de Atracones

  • Consumir cantidades inusualmente grandes de comida en un período específico.
  • Experimentar una sensación de pérdida de control sobre la conducta alimentaria durante los atracones.
  • Comer incluso cuando ya se está lleno/a o sin tener hambre.
  • Ingerir los alimentos rápidamente durante los episodios de atracones.
  • Continuar comiendo hasta sentirse excesivamente lleno.
  • Comer en soledad o de forma secreta con regularidad.
  • Experimentar emociones negativas como depresión, ira, vergüenza, culpabilidad o malestar debido a los hábitos alimentarios.
  • Participar frecuentemente en dietas, aunque es posible que no se logre perder peso de manera efectiva.

Otros Trastornos

Comedores compulsivos. Las personas afectadas por este trastorno de la alimentación no pueden dejar de comer aunque haya pasado un intervalo pequeño de tiempo entre la última comida y la que tienen entre las manos. Los episodios de voracidad pueden ser de más de una hora de duración.

Ortorexia. Se trata de la obsesión patológica por la comida biológicamente pura. Las víctimas de esta enfermedad sufren una preocupación excesiva por la comida sana, convirtiéndose en el principal objetivo de su vida. Mientras que en la anorexia y bulimia nerviosa el problema gira en torno a la cantidad de comida, en la ortorexia gira en torno a la calidad.

Pica. Es la ingesta persistente de sustancias no nutritivas como tierra, tiza, yeso, moho…

Rumiación. Se caracteriza por la regurgitación repetida de alimentos. Los alimentos regurgitados pueden volver a masticarse, volver a tragarse o escupirse. Puede ocurrir en personas de cualquier edad, pero es más común en niños/as pequeños/as, personas con discapacidad intelectual y personas con otros trastornos del desarrollo neurológico.

Síndrome del comedor nocturno. La persona con este desorden se caracterizan por evadir las comidas durante el día y sufrir atracones en las tardes y/o noches, experimentando grandes problemas para dormir o mantenerse dormido/a.

Vigorexia. Es la obsesión por ganar músculo a través de una actividad física desproporcionada. La alimentación juega un papel muy importante, ya que los suplementos dietéticos ricos en proteínas y carentes de grasa ayudan a conseguir esa musculación. Quien sufre de vigorexia es una persona insatisfecha con su cuerpo y busca con el ejercicio adquirir el volumen deseado. Necesita, a través de la musculación, estar más satisfecho/a consigo mismo/a. La vigorexia no es estrictamente un trastorno alimentario, pero sí comparte la preocupación obsesiva por la figura y una distorsión del esquema corporal.

Trastorno de Evitación/Restrictivo de la Ingestión de Alimentos. Existe una perturbación en la alimentación que resulta en una ingesta alimentaria insuficiente o una alimentación selectiva que no cumple con los requisitos nutricionales necesarios. Se manifiesta por una pérdida significativa de peso o la falta de aumento de peso esperado en los niños/as. La persona con este trastorno puede rechazar activamente los alimentos debido a la apariencia, el olor, la textura, el sabor o preocupaciones asociadas con las sensaciones físicas posteriores a la ingesta de alimentos. Puede experimentar poca o ninguna ansiedad relacionada con el peso, a diferencia de la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa. Se observa con mayor frecuencia en la infancia, pero también puede ocurrir en la adolescencia y en la edad adulta.

Trastorno de purgas. La persona realiza purgas para modificar su peso y/o constitución, pero sin la presencia de atracones previos.

Obesidad

En la actualidad, la obesidad ha sido estigmatizada, y su inclusión dentro de los trastornos alimentarios ha sido objeto de debate. Es importante reconocer que no todas las personas obesas tienen un trastorno alimentario y que la obesidad puede surgir debido a una variedad de factores, incluida la genética, el entorno, los hábitos alimenticios y el nivel de actividad física. 

Es fundamental comprender que la obesidad no es simplemente una cuestión de fuerza de voluntad o falta de autocontrol, sino que involucra una interacción compleja de factores biológicos, psicológicos, sociales y ambientales. 

Sin embargo, aunque la obesidad y los trastornos alimentarios no son lo mismo, sí comparten algunos elementos comunes: 

Ambos pueden involucrar una relación compleja y a menudo problemática con la comida, así como patrones de alimentación disfuncionales (atracones compulsivos, comer emocionalmente, tener dificultades para regular su ingesta de alimentos…). Además, tanto la obesidad como los trastornos alimentarios pueden tener un impacto significativo en la salud física y emocional de las personas afectadas. Entender estos elementos compartidos puede ayudar a informar de estrategias de prevención y tratamiento que aborden tanto la obesidad como los trastornos alimentarios de manera integral y compasiva. 

En resumen, reconocer la relación de la obesidad y los trastornos alimentarios en la comida y los impactos en la salud (aunque sin olvidar que son entidades distintas), puede ser útil para desarrollar enfoques de atención más holísticos y centrados en el individuo.

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