Escuela de familia
Escuela de Familia
Dirigida a los familiares
- Los Trastornos de la Conducta Alimentaria son enfermedades que se desarrollan en el ámbito familiar.
- La familia podría desconocer la existencia de la enfermedad hasta muy avanzado el proceso, cuando ya es muy grave.
- Los afectados/as no pueden salir solos/as de la enfermedad.
- La familia requiere información sobre la enfermedad y necesitan estrategias de afrontamiento.
- La familia debe saber cómo detectar estos trastornos o en que síntomas fijarse.
Objetivos
El objetivo central de la Escuela de Familia, radica en la capacitación de habilidades y conocimientos prácticos y eficaces para el logro de un estado más relajado y menos angustiado de la familia ante el Trastorno de la Conducta Alimentaria, a la vez de que se proporciona información sobre los trastornos en cuestión. De este modo, la familia podrá contribuir a la prevención de los Trastornos alimentarios o en su caso a la mejora de sus hijos/as y al mantenimiento de los logros terapéuticos alcanzados mediante el trabajo clínico que cada paciente siga.
Objetivos Generales
- Instruir a los participantes en un modelo de vida saludable y equilibrada.
- Dotar a los participantes de las herramientas adecuadas para prevenir o detectar precozmente conductas inapropiadas ante la alimentación y hábitos de vida.
- Concienciar sobre la importancia de una formación y actuación familiar en materia de educación para la salud mental
- Servir de un lugar de desahogo y comprensión con otras familias.
- Disminuir la angustia de los familiares ante los Trastornos Alimentarios.
- Proporcionar información sobre la enfermedad.
Objetivos Específicos
- Servir de cauce de revisión y aprendizaje para los familiares en los temas relacionados con la educación de los/as afectados/as por el trastorno alimentario.
- Potenciar la comunicación sobre las situaciones que se viven en familia.
- Proporcionar estrategias de los comportamientos a seguir con la persona afectada.
- Promover la participación y el compromiso de los familiares para ayudar a mejorar el estado de los/as pacientes.
- Promover el acto reflexivo grupal, haciendo especial referencia a los diferentes actos cotidianos de la familia que la conforman.
Temática
El bloque 1 incluye la información sobre los trastornos alimentarios centrándose en los aspectos cognitivos.
- Presentación. Introducción, consejos para familiares.
- Información sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
- Información Nutricional.
- Información sobre la adolescencia.
En el bloque 2 se trabajan los aspectos cognitivos-conductuales de los Trastornos Alimentarios.
- Relajación. Saber disminuir la preocupación.
- Acción manipulativa.
- Como motivar, estimular y crear expectativas en los pacientes.
- Desarrollo de la Autoestima.
- Asertividad.
- Desarrollar la responsabilidad.
- Técnicas de solución de problemas.
- Como mejorar las relaciones familiares.
Consejos
Sí
Lo que se debe hacer
- Conseguir recuperar la credibilidad perdida adoptando una actitud positiva y firme que ayudará a los pacientes a dejarse llevar. Ejemplo: “Tranquilo/a tu eres capaz, inténtalo”.
- Confiar o creer en el tratamiento y cumplir su parte del pacto. Recuperarse de un trastorno de la conducta alimentaria lleva su tiempo y hay que ser paciente.
- Conseguir unanimidad de criterios de todos los miembros de la familia o dejar que decida sólo una persona. “Todos tiene que estar de acuerdo”.
- Si existen diferencias de opinión entre los miembros de la familia (respecto al trastorno) discutirlos fuera de la presencia de la paciente o posponerlo para plantearlo con su terapeuta.
- Explicar de forma clara y completa las normas que piensa implantar con relación a las comidas, reposa, salidas y premios.
- Monitorización de comidas: comer siempre acompañado/a en casa, servir cantidades completas y una dieta variada (para lo que se dispone de la ayuda de una dietista en el centro), no preguntarle que quiere comer él /la paciente.
- Los padres son las personas que deciden los menús diarios, deben abstenerse de preguntar al paciente su opinión sobre ese tema.
- Procurar variar los menús para que él/la paciente esté mejor nutrido/a y evitar que pueda acogerse a determinados alimentos que pueda llegar a ritualizar.
- Ganarse la credibilidad manteniendo un punto de autoridad y firmeza. Seguir y respetar las normas proporciona confianza.
- Anotar observaciones de los registros de alimentación.
- Aprender a expresar refuerzos positivos: “muy bien veo que te has esforzado”, “estas luchando”. Hay que observas cualquier cambio y progreso favorable en su conducta y felicitarlo/a por ello.
- Combatir el perfeccionismo.
- Aprender a decir sí o no (manteniendo los pactos establecidos).No dejarse llevar por el miedo a la reacción del paciente para evitar conflictos.
- Aprender a escuchar, aunque no nos guste lo que estamos oyendo siempre que sea con respeto.
- Animarlo/as a expresar sus ideas. Reconocer y respetar sus ideas e ideales aunque difieran de los tuyos. Hablar con el/ella acerca de las diferencias pero tratándolo/as como un adulto con el que cambiar impresiones.
- Que se sienta un miembro importante de la familia, que sepa que es respetado/a, querido/a pero asegurándose de que entienda que su vida es igualmente importante. El trastorno no puede ser el centro de tu vida.
- Mantener la calma y retomar el control si es posible.
- Ofrecer ayuda, a veces basta con escucharlo/a.
- Marcharse si no se calma.
No
Lo que no se debe hacer
- No debe pasar toda la responsabilidad al equipo terapéutico, la familia en este tipo de trastornos actúa como coterapeuta en el tratamiento.
- No permitir que la preocupación por el problema de tu hijo/a le reste atención a tu matrimonio y a tus propios hijos. Hacer que el trastorno sea el centro de atención refuerza y prolonga el problema.
- No compadecer a tu hijo/a. Hay que demostrarles comprensión pero no sobreprotegerlos. Necesita oportunidades para ser responsable e independiente.
- No premiar actividades negativas.
- No entrar en discusiones improductivas.
- Las contradicciones no ayudan a la recuperación.
- No hablar de alimentos durante las comidas, recordando que comer es un acto social y el momento idóneo para comentar las incidencias de la jornada.
- La familia tiene que evitar temas de conversación relacionados con la comida, el aspecto físico o la salud de su hijo/a. Son temas que se tratan en el grupo terapéutico.
- No permitir que la comida sea un arma para el paciente.
- No afirmar o prometer nada que no se piense cumplir, (ejemplo: “Estarás castigado/a toda la semana” al final dejarle salir), así la familia pierde credibilidad.
- No criticar al centro o a los profesionales cuando hay problema, es mejor que acudan al centro a resolver sus dudas. Poner al equipo terapéutico en contra no lo/la ayuda a recuperarse.
- No ser negativo, ejemplo: “Eres un desastre, no te curarás nunca”.
- No comparar con los otros hermanos/as, sólo se conseguirá crear mala relación entre ellos.
- No decir que no puedes confiar en el /ella, sólo servirá para que aumente su culpabilidad y baje su autoestima.
- No dejarse arrastrar en situaciones límite de agresividad verbal o física, porque el paciente llegará hasta donde la familia tolere, es mejor mantener la calma y salir de la habitación.
- No obligarse a solucionar todos los problemas, porque a veces las soluciones no son inmediatas.
- No dar consejos gratuitos sin seguridad.
- No dar soluciones para salir del paso, algunos temas es mejor tratarlos en los grupos.
- No discutir
Desde Alabente les recomendamos que acudan a las Escuelas de Familia que se realizan en el Centro, donde podrán obtener información y apoyo, y donde podrán compartir el problema con otras personas en su misma situación. El Equipo Terapéutico le ayudará a tratar y a resolver el problema en casa ofreciéndoles recursos, técnicas de solución y enfrentamiento a la enfermedad.